[ENG-ESP] Coffee connects us with our senses and with ourselves || El café nos conecta con los sentidos y con nosotros mismos

Many people find different meanings and effects in coffee, depending on their personal experience. In general, coffee can be a mirror of one's emotional state, as well as the time of day when it is enjoyed. Fully enjoying coffee can become a simple daily act, a moment of mindfulness and gratitude that strengthens us.

Savor coffee calmly and mindfully to create a meaningful pause in your day, allowing you to connect with the present, relax, and appreciate small daily rituals. For some, coffee can be comforting and evoke memories of special moments or familiar routines.

The aroma, flavor, and temperature activate emotions and memories determined by mood; therefore, consciously enjoying this elixir can improve our emotional well-being. I can usually distinguish between the flavors of different coffees, sometimes determining that a bean has been improperly processed. I may be wrong in that judgment, but the flavor is different, and of that I am sure.

The warmth of the cup connects me with myself, telling me that I should drink my coffee calmly, and at that moment I immerse myself in my thoughts, memories, and daily tasks. If I am in front of the computer, it inspires the creativity of my writing. Each cup marks an emotional and temporal rhythm, anchoring me to the present or the past, almost without my realizing it, almost in an unconscious act, as if it were a dream.

Drinking a cup of coffee is a universal ritual that nurtures feelings and allows us to connect with others in a perfect excuse to talk and facilitate encounters, thus becoming a catalyst for shared moments and memorable and unique experiences. Coffee allows us to awaken emotions and feelings in moments of sadness and joy.

Coffee allows us to take a sensory and emotional journey that connects us with our feelings and emotions; it all depends on how you like it and how you consume it. It also depends on where you prefer to drink it and whether you prefer to be alone or accompanied. You just have to open your heart.

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![SPANISH]

El café nos conecta con los sentidos y con nosotros mismos

Muchas personas encuentran en el café diferentes significados y efectos, según su experiencia personal. En general, el café puede ser un espejo del estado emocional, así como del momento del día en que se disfruta. Disfrutar plenamente del café puede convertirse en un simple acto diario, en un momento de atención y gratitud que fortalezca
Al saborear el café con calma y conciencia, se crea una pausa significativa en el día, permitiendo conectar con el presente, relajarse y apreciar los pequeños rituales cotidianos. Para algunos, el café puede ser reconfortante y evocar recuerdos de momentos especiales o rutinas familiares.
El aroma, el sabor y la temperatura activan emociones y memorias determinadas por el estado de ánimo; por lo que disfrutar de este elixir de forma consciente puede mejorar nuestro bienestar emocional. Generalmente, siento distinguir entre el sabor de un café y otro; determinando, en ocasiones, que se trata de un grano que ha sido procesado indebidamente. Es posible que esté equivocada en ese juicio, pero el sabor es diferente y de eso sí me encuentro segura.
La calidez de la taza me conecta conmigo misma, diciendo que debo tomar el café con calma y en ese momento me sumerjo en mis pensamientos, evocaciones y en el quehacer diario. Si estoy frente a la computadora, inspira la creatividad de mis letras. Cada taza marca un compás emocional y temporal; quedando anclada al presente o al pasado, casi sin darme cuenta, casi en un acto inconsciente, como si de un sueño se tratara.
Tomar una taza de café es un ritual universal que abriga sensaciones y nos permite conectar con los demás en una excusa perfecta para dialogar y facilitar encuentros, convirtiéndose, de esta forma, en un catalizador de momentos compartidos y experiencias memorables y únicas. El café nos ofrece despertar emociones y sensaciones en momentos de tristezas y alegrías.
El café nos permite hacer un viaje sensorial y emocional, que nos conecta con nuestras sensaciones y emociones; todo depende del gusto por su sabor y de la manera cómo lo consumas. Además del lugar donde prefieres tomarlo o si la preferencia es estar solo o acompañado. Simplemente hay que abrir el corazón.